¡Escándalo en la alfombra roja! Mientras Ecuador se hunde en una crisis sin precedentes, el expresidente Rafael Correa fue visto codeándose con la élite cinematográfica en el Festival de Cannes. ¿La excusa? El estreno del documental ‘The Six Billion Dollar Man’, que narra la controvertida vida de Julian Assange, fundador de WikiLeaks.

¿Simple coincidencia o un calculado movimiento para desviar la atención de los graves problemas que enfrenta su país? La presencia de Correa en Cannes ha desatado una ola de indignación en Ecuador, donde muchos lo acusan de utilizar la figura de Assange como un escudo para protegerse de las crecientes acusaciones de corrupción que lo persiguen.

Recordemos que durante su mandato, Correa otorgó asilo político a Assange en la embajada ecuatoriana en Londres, convirtiéndose en uno de sus más fervientes defensores. Sin embargo, tras su salida del poder, la situación de Assange cambió drásticamente. El gobierno de Lenín Moreno retiró el asilo y permitió su arresto por la policía británica, un hecho que marcó el fin de una era en la relación entre Ecuador y el fundador de WikiLeaks.

Ahora, la pregunta que todos se hacen es: ¿qué busca Correa al reaparecer en escena junto a la figura de Assange? ¿Será un intento desesperado por lavar su imagen a nivel internacional, o una genuina muestra de solidaridad con un hombre que se ha convertido en un símbolo de la lucha por la libertad de expresión?

Más allá de las intenciones de Correa, lo cierto es que su presencia en Cannes ha reavivado el debate sobre el papel de Assange en la geopolítica mundial. Para algunos, es un héroe que reveló los oscuros secretos del poder. Para otros, un peligroso hacker que puso en riesgo la seguridad nacional de varios países. Lo que nadie puede negar es que su figura sigue siendo tan relevante como controvertida.

Mientras tanto, en Ecuador, la crisis económica y política se agudiza. ¿Será que Correa prefiere disfrutar del glamour de Cannes en lugar de enfrentar los problemas que aquejan a su país? La respuesta, como siempre, está en el aire.

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